“Así ha dicho Ciro, rey de Persia: Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha mandado que le edifique una casa en Jerusalén, que está en Judá” (Esdras 1: 2). “Y me lo concedió el rey, porque la benéfica mano de mi Dios estaba sobre mí” (Nehemías 2: 8b).

El general

La columna de vehículos militares del general se dirigió a los terrenos de la escuela adventista del séptimo día y se detuvo frente a la ventana de la oficina del director. Thura,[*] el director, vio llegar el convoy. Había escuchado que otra iglesia en el área había perdido propiedades la semana anterior para que el general pudiera construir una pagoda. Siguiendo el ejemplo de Nehemías, Thura levantó su corazón en oración silenciosa por la dirección de Dios.

Thura recordó que muchos años antes la escuela estaba en otra ubicación, que había sido tomada por el gobierno. A los adventistas se les dijo que se fueran. Desde entonces, la escuela se había mudado a esta nueva ubicación y había construido otra instalación. Thura no quería perder esta escuela.

Thura volvió a la realidad cuando un maestro llegó a su oficina y le informó que el general estaba solicitando hablar con el director de la escuela. Orando aún para que Dios le diera sabiduría, Thura, temblando en su corazón y piernas, fue a reunirse con el general. El general pidió que se le diera un recorrido por las instalaciones de la escuela.

Después de completar el recorrido, el general preguntó si había alguna necesidad urgente que tuviera la escuela. Thura nuevamente susurró una oración a Dios para decir las palabras adecuadas. Después de escuchar la lista de varios proyectos para los que la escuela buscaba fondos a fin de iniciarlos, el general fue a su vehículo y trajo mil pesos [moneda local] y se los dio a Thura para que lo utilizara en el proyecto más urgente: un pozo para abastecer de agua a la escuela. Thura alababa a Dios por sus bendiciones, pero se preguntaba qué impulsó al general a dar este dinero a la escuela adventista.

Cuando el general se volvió para irse, le dijo a Thura que su guardaespaldas favorito había asistido a esta escuela hasta el décimo grado, y que el general quería hacer algo para honrarlo. Dios trabaja en los corazones de los líderes públicos para beneficiar a su causa en la tierra.

Reyes paganos

Tres reyes paganos ordenaron y financiaron la reconstrucción del templo en Jerusalén. “Edificaron, pues, y terminaron la obra, por orden del Dios de Israel, y por mandato de Ciro, de Darío y de Artajerjes, rey de Persia.” (Esdras 6: 14). A primera vista, los reyes parecían jugar un papel pasivo, otorgando permiso a los judíos para regresar a Jerusalén y reconstruir el templo. Pero los reyes también pusieron a disposición de los judíos los recursos necesarios de manera activa: “Que de la hacienda del rey, proveniente del tributo del otro lado del río, sean pagados puntualmente a esos hombres los gastos, para que no cese la obra” (Esdras 6: 8).

Nehemías también experimentó cómo Dios obraba en el corazón del rey Artajerjes para responder a su oración y ayuno por la lamentable condición de los judíos que habían regresado a Jerusalén. Mientras Nehemías ayunaba y oraba, Dios estaba preparando el corazón del rey para estar dispuesto a cumplir sus peticiones. Permitir que Nehemías fuera a Jerusalén fue un regalo del rey. El proyecto de reconstrucción del muro había estado languideciendo durante muchos años, con pocos avances. Las directivas y los recursos del rey pagano permitieron reconstruir el muro que rodeaba la ciudad de Jerusalén en menos de tres meses.

Regalos planificados y profecía bíblica

Todos los dones que los reyes gentiles dieron a los judíos cumplieron varias profecías bíblicas. Ciro, el primer rey en dar la orden, cumplió dos profecías bíblicas: el final de los setenta años de cautiverio (Jeremías 25: 11), y la reconstrucción del templo en Jerusalén profetizada antes de que Ciro naciera y ciento cincuenta años antes de que llegara a ser rey.

La orden del rey Artajerjes de restaurar y reconstruir Jerusalén marcó el comienzo de la profecía de los 2.300 días de Daniel 8: 14, que señalaba al Mesías venidero y el tiempo del fin. Los dones planificados que estos reyes dieron no solo beneficiaron al pueblo de Dios sino que también cumplieron la profecía. Dios todavía se mueve en los corazones de los líderes cuando el pueblo de Dios ayuna y ora.

Dios todavía se mueve en corazones humanos

Dios todavía mueve los corazones de las personas para proporcionar recursos para financiar la misión de la iglesia en nuestros días, tal como lo hizo en los tiempos del Antiguo Testamento. Elena G. de White declara: “Se me ha mostrado reiteradamente que podríamos recibir muchos más favores de muchas maneras si nos aproximáramos a los hombres con sabiduría” (Testimonios para los ministros, p. 203, cursivas añadidas). Si Dios le mostró a la hermana White algo reiteradamente, eso significaba que debía ser importante que le prestáramos atención.

Algunas personas pueden decir que no se debe aceptar regalos de personas que no son de nuestra fe. ¿Quién sabe cómo se adquirieron estos fondos? Elena G. de White declara: “Es muy extraño que algunos de nuestros hermanos sientan que es su deber actuar de tal manera que queden bloqueados los medios que el Señor hubiera liberado” (Testimonios para los ministros, p. 203, cursivas añadidas). No podría haber una fuente de fondos más cuestionable utilizada para reconstruir el templo y el muro alrededor de Jerusalén que las proporcionadas por reyes paganos; sin embargo, Dios los eligió para cumplir sus propósitos en la tierra.

Trust Services [Servicios de Fideicomiso] es el departamento de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que se encarga de recibir regalos de los miembros de la iglesia y otros amigos de la iglesia que actualmente no son miembros. Saber cómo manejar los regalos en efectivo o no en efectivo es lo que hace Trust Services para apoyar la misión de Dios de alcanzar el mundo para Jesucristo.

Al desarrollar una iglesia generosa no se olvide de la comunidad fuera de los muros del edificio de su iglesia. Dios puede estar moviéndose en los corazones de sus vecinos, tal como se movió en los corazones de los reyes en los tiempos de Esdras y Nehemías para reconstruir el templo y el muro alrededor de la ciudad de Jerusalén, así como el general para las necesidades en la escuela de Thura.

 

 

 

[*] Se han cambiado los nombres y la ubicación.

Dennis R. Carlson

Dennis R. Carlson es el director de Planned Giving & Trust Services [Servicios de Fideicomiso y Dar Planificado] en la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, Silver Spring, Maryland.